La Dama, también conocida como Reina, es la pieza más poderosa del ajedrez. Su gran valor radica en su capacidad de combinar los movimientos del alfil y de la torre, lo que le permite desplazarse en todas las direcciones: verticalmente, horizontalmente y en diagonales, sin limitaciones de distancia. Esto le otorga una increíble versatilidad tanto en ataque como en defensa, convirtiéndola en una pieza clave para dominar el tablero.
Además, la dama es fundamental en la mayoría de las tácticas y estrategias ofensivas del ajedrez. Su capacidad para cubrir grandes áreas del tablero la convierte en una pieza peligrosa en manos de jugadores experimentados. Por esta razón, perder a la dama generalmente significa una desventaja importante, lo que resalta aún más su relevancia en el juego.
En muchos casos, la dama también es una pieza crucial en el final de la partida, cuando un peón llega al final del tablero y se corona, normalmente eligiendo una nueva dama. Esta coronación puede inclinar rápidamente el curso de una partida a favor del jugador que obtiene una segunda dama.
Al comienzo de la partida, la dama está posicionada junto al rey, sobre una casilla de su mismo color (blanca o negra), como se muestra en la imagen a continuación:
La dama se mueve en línea recta a lo largo de filas, columnas y diagonales, lo que le otorga gran versatilidad para atacar o defender en cualquier parte del tablero.
Cuando la dama captura una pieza del oponente, ocupa su lugar en el tablero, siendo una pieza clave en la ofensiva y defensa.
Aquí puedes ver un vídeo que explica en detalle cómo se mueve la dama:
Y otro vídeo sobre cómo la dama captura piezas adversarias:
• El Tablero • El Peón • La Torre • El Caballo • El Alfil • La Dama
• El Rey • El Enroque • Jaque Mate
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